La Materia Prima
La clave está en la semilla
¿Has prestado atención a una humilde semilla?
Puedo imaginarla como un astronauta, arrojado con valentía al espacio exterior, en su cápsul – la cáscara -, para conquistar nuevos mundos. Dentro de su cápsula tiene toda la futura planta en pequeño: lo que será la raíz, el tallo y las hojas.
Cada semilla dispone de sus depósitos de energía hasta llegar a un lugar adecuado para colonizarlo. Cada planta desarrolla gran cantidad de semillas, con el objetivo de que solo algunas de ellas logren germinar. Una sorprendente fiesta de la abundancia que contradice la ley del mínimo gasto energético que suele guiar a la naturaleza.
En el momento de la germinación, empieza a desplegar sus paneles solares, a los que llamamos cotiledones, para capturar la energía del sol y comenzar su metabolismo. Al mismo tiempo, los tejidos especializados inician la formación de las raíces, para extraer del suelo el agua y los minerales necesarios para su crecimiento.
Una vez desarrolladas las primeras hojas, tomarán anhídrido carbónico del aire, que mezclado con agua y minerales debe permitir que la planta desarrolle sus tejidos, generando incluso estructuras tan consistentes como los troncos de los árboles. ¡Estructuras que soportan cientos de toneladas, construidas fundamentalmente a partir de agua y gas!
¡Una inteligencia fascinante!
Durante miles de años, los seres humanos han utilizado varias semillas de vegetales, tanto para la alimentación como para la salud. En Osmo también utilizamos algunas de las semillas que nos proporciona la naturaleza para recubrir de forma saludable nuestros objetos de madera. Todos sabemos que la madera es una materia prima especial, que proviene de una semilla en un ciclo auto-sos- tenible, y nos encanta pensar que así protegemos la salud de la madera.
De alguna manera, pensamos en nuestros recubrimientos como sustancias que vuelven a casa, que regresan a su hogar, en la madera. Consiguiendo una protección inmejorable y saludable.
En el uso de esta materia prima tan valiosa, hemos refinado los aceites de las semillas, hasta depurar sólo las resinas y extractos de la semilla que ayudan a la protección de la madera. Nada sobra. Todo cura. Todo ayuda. Así podemos evitar el engorroso y caro proceso de “eliminar sobrantes” del producto aplicado, como ocurre en otros fabricantes.
Nuestro objetivo para el futuro es una humanidad sana, que vive rodeada de objetos y edificios saludables, de madera, en un planeta saludable. ¿Y tú, qué opinas?
¡La madera es una elección correcta!
Y Osmo puede ser el recubrimiento adecuado.